9.04.2007

¿Cuantas veces te puedes Transformar?


No sé quién puede ser capaz de juzgar que una persona puede tener algún problema mental si va al cine varias veces a ver una misma película. Eso es algo perfectamente normal en una sociedad de intelectos avanzados como la nuestra.
A veces no captas toda la emoción, los diálogos, los detalles de edición, la fotografía, las transiciones, el guión y demás elementos cinematográficos con una sola vez que veas un filme en la pantalla grande.
Ese deseo de vivir la experiencia de manera integral me llevó a tomar la decisión de no ir sólo una vez a ver TRANSFORMERS al cine. Tampoco fui sólo dos, ni tres, ni cuatro... fui SIETE VECES.
Bonito número ¿no? Y lo más bonito es que, a pesar de que fue la misma película, cada vez hubo algo distinto. Les platico.

Ocasión 1 (14 de julio)
El pleno uso de las influencias, una persona a la que estimo mucho me pasó las respuestas de una trivia que se hizo en un medio impreso para una Premier exclusiva, una semana antes del estreno nacional.
Claro que gané y claro que ahí estuve. La sede fue Cinemark CNA y todas las salas fueron destinadas a pasar por vez primera la cinta en suelo mexicano. De tal suerte, fui uno de los primeritos en verla y durante toda una semana tuve el gusto de decirle al resto del país que iba a tener que esperar seis días para ver una película que yo ya había disfrutado. El único problema es que a todo mundo le valió madres... El señor Rodrigo Gómez, a regañadientes, fue mi coequipero en esta primera aventura.


Ocasión 2 (20 de julio)
Estreno nacional, a las 00:10 de la madrugada. Afortunadamente, esa es la hora a la que salgo de trabajar, además de que hay un Cinemex juntito a la redacción del periódico, así que lo único que tuve que hacer fue caminar 10 minutos y ya estaba en el cine, con mi vaso conmemorativo de la película y los cinco sentidos puestos justo a la hora a la que mejor me funciona la sesera. Grande. El maestro Carlos Milanés y su señora tuvieron la paciencia de brindarme su compañía.

Ocasión 3 (22 de julio)
Mi sobrino Emilio es el heredero de la tradición Transformezca en la familia. Por supuesto, no podía dejar de llevarlo a ver esta gran película. El detalle es que como tiene 4 años, no era onda ir a verla subtitulada, por lo que me la tuve que echar doblada al español. Matine de domingo a las 8:00 AM en Cinépolis de Angelópolis. Pésimo doblaje, pésima elección de actores, pésimos los efectos en las voces de los Transformers... pero al ver la cara del pequeñín cuando vio transformarse por vez primera a Optimus Prime, valió la pena el suplicio. Además de Emilio, a mi lado estuvieron mis sobrinas Danna y Abril, además de mi hermana Eva y su señor Enrique.

Ocasión 4 (30 de julio)
Por supuesto, no podía dejar de invitar a quien me compró mi primer transformer por allá de 1986, un Thundercracker que todavía guardo entre mis recuerdos de la infancia. Aunque nunca fue fanática de la serie y más bien creo que la padeció durante muchos años, mi madre disfrutó en verdad del filme y no porque sea mi madre, le latieron los efectos y la historia. Función de lunes por la mañana en Cinépolis de Angelópolis.


Ocasión 5 (9 de agosto)
Antes de esa media noche sólo había ido en una ocasión, de fatuos recuerdos, a las salas VIP de Cinépolis, y ya mero y no se hace, porque se cebó como tres veces, en que quisimos salir volados a la función de 23:30 en Plaza Universidad y cuando no era que faltaba una previsión, otra cosa se atravesaba en el camino. Afortunadamente, pudimos escapar el último día que la exhibieron en esa sala de sillones reclinables y servicio de cafés y chuchulucos hasta la comodidad de tu asiento. Mis compinches en esa ocasión fueron mi hermana la Beni y el "Benjamín" de la reporteada, Edgar Contreras.

Ocasión 6 (18 de agosto)
Esa mañana de sábado rayó en lo perfecto. Me levanté tranquilamente a las 10:00 de la mañana, me puse la primera muda de ropa que encontré, desayuné un rupestre pero delicioso plato de cereal y después me fui caminando al cine. Función de 11:00 AM, tranquilo, vi la película una vez más, sin presión, salí al terminar, volví caminando a casa, me bañé y me fui a trabajar. Soberbio. ¿claves? No esposa, no hijos, no mascotas.

Ocasión 7 (26 de agosto)
En el gigantesco espectro de la cartelera y a un mes y seis días de haber sido estrenada oficialmente, me faltaba una "presentación" de Transformers que fui a ver con extrema curiosidad: versión digital... Bueno, costó lo mismo que la normal, así que mi expectativa no era demasiado grande. Sin embargo, nada más entrar a la sala, la primera sorpresa es que estaba prácticamente llena.
Después, la calidad de la imagen mató sin broncas a las seis anteriores. El detalle de la película era impresionante. No sólo en la textura de las animaciones, sino en los humanos... bueno, le pude contar las pequitas de la cara a la súper diosa Megan Fox. Agotadas desde semanas atrás las opciones de compañía porque ya me odiaban de tanto ver la película, cerré el ciclo yendo solo.

Después de leer las líneas anteriores, pensarán que lo mejor que pudo pasar es que la película ya está fuera de cartelera y este loco peligroso no tendrá oportunidad de hacer más de las suyas... lamento informarles que el 21 de septiembre, Dreamworks estrena en EU la versión IMAX de TRANSFORMERS con nuevas escenas, por lo cual, yo ya cuento los días para agregar la octava, novena, décima...