1.09.2007

Necesito hablar contigo...

En la historia de la humanidad, nada bueno ha seguido a estas palabras.
Tres vocablos que son capaces de acabar con carreras, ilusiones, relaciones, vidas completas.



Cualquier otra frase para iniciar una conversación, cualquiera, ofrece por lo menos la posibilidad de tomar dos caminos. Esta no. "Necesito hablar contigo..." invariablemente lleva a algo malo.

Cuando mamá o papá se lo dice al niño, cambiando el "necesito" por "tengo", el niño advierte que lo han cachado en alguna travesura; cuando es un maestro el que se dirige al infante, puber o adolescente, se puede adivinar que se ha reprobado el último examen y que se viene la noche. Y así. El sujeto en cuestión aprende a lidiar un poco con esta infame combinación de palabras en un mundo en el que un castigo y un cinco en la boleta son la consecuencia recurrente a una plática que inicia con el "Necesito hablar contigo..."


En el graaaan "Mundo de los Adultos" las cosas se complican abismalmente.

Cuando tu primer jefe se acerca y te dice "Necesito hablar contigo..." lo que suele venir es tu primer despido. Cuando algún familiar te llama por teléfono al trabajo e inicia con esas palabras eso significa que alguien murió o en el mejor de los casos tuvo un accidente.

Pero si en algún lugar estas palabras encuentran su "hogar" es en la vida de pareja.
En este contexto, no hay mejor heraldo para el apocalipsis que decir "necesito hablar contigo..."

Los reclamos pequeños y hasta los medianos, no sé por qué, eligen siempre una introducción diferente para ser expuestos. Las cosas irremediables, eventualmente, tienen que llevar el "necesito hablar contigo" como prefijo.

A veces ya no es necesario escuchar las fatídicas "es que conocí a alguien...", "creo que lo nuestro no está funcionando" para sentir que Necesito hablar contigo...; con el "necesito hablar contigo" uno puede tener suficiente para sentir que se abren al mismo tiempo un agujero en el suelo y otro en el estómago y que ambos te tragan a la par... Y sólo toma tres palabras...

Ojalá y alguna ley universal avalada por la ONU, el Vaticano, la Meca y la comunidad Intergaláctica del Sector 3814 (al que pertenece la tierra según los comics de Green Lantern) prohibiera juntar esas tres palabras, que le han traido más ruina a la humanidad que cualquier guerra o desastre natural que se recuerde...